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La Danza del Paloteo tiene sus raíces en los antiguos ejércitos de guerreros purépechas que, en la época prehispánica, defendían el Bajío michoacano. Originalmente una danza ritual con un significado pagano, su propósito cambió con la llegada de la evangelización, adaptándose como una expresión religiosa.

Hoy en día, esta danza se realiza el 24 de mayo en la comunidad de Puruándiro en honor al Señor de la Salud. Con movimientos enérgicos y el entrechocar rítmico de los palos, la danza simboliza la lucha y la protección, manteniendo viva la esencia guerrera de sus orígenes, pero con un enfoque que celebra la fe y la devoción.

Esta tradición, que fusiona lo prehispánico con lo religioso, es una muestra del sincretismo cultural en Michoacán, donde las antiguas costumbres se adaptan y sobreviven en la identidad comunitaria, transmitiendo a las nuevas generaciones un legado de historia, devoción y resiliencia cultural.