Metalistería, Orfebrería y Joyería
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Abarca todas las técnicas de fundido, labrado, cincelado y martillado que se practican en Michoacán de diversas formas y con la producción de diversos objetos de gran valor artístico, teniendo la mayor representación del trabajo en el metal con el cobre martillado y orfebrería en la gran cantidad de talleres que existen en la población de Santa Clara del Cobre, sin dejar de lado la tradición de la herrería de San Felipe de los Herreros con el trabajo de forja o la joyería de la región oriente, incluyendo Huetamo, Cherán, Uruapan y Pátzcuaro.
Los cobreros han buscado diversificar la producción en respuesta a los requerimientos del consumo moderno, de ahí la aparición de piezas estañadas, plateadas y pulidas. Se puede apreciar entre la artesanía de cobre objetos martillados, cincelados y repujados, siendo el martillado la técnica característica de Michoacán, en la cual los golpes deben ser precisos e impecables en la utilización del martillo para no deformar la pieza.
Mucho antes de la llegada de los españoles a tierras mexicanas, los meso-americanos ya manufacturaban objetos elaborados en cobre. Hallazgos arqueológicos en Tzintzuntzan y constantes descubrimientos de utensilios hechos en cobre, realizados por campesinos al arar la tierra, comprueban la existencia de la actividad de la metalistería en Michoacán.
Los artesanos del cobre han conservado la técnica tradicional y una organización familiar, en la que emplean a aprendices del oficio. El taller constituye una pequeña unidad productiva que funciona como taller y escuela a la vez.