Morelia, la capital de Michoacán, se erige como el principal destino turístico de la región. La antigua Valladolid, en tiempos del virreinato, desempeñó un papel crucial como centro de poder. Cuna de ilustres personajes que dejaron huella en la historia de México, posteriormente se convirtió en el escenario del nacimiento de la independencia.

Su centro histórico, hogar de más de mil 300 edificaciones impecablemente conservadas, ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad. Destacando sobre todas, se alza la imponente Catedral, mientras que numerosos ex conventos (San Agustín, San Francisco, Las Rosas, El Carmen) y emblemáticas instituciones como el Colegio de San Nicolás Hidalgo, testimonian su influencia tanto política como religiosa.

Morelia también se distingue por su rica tradición culinaria, heredera de la cocina conventual, que incluye delicias como los ates morelianos. No puedes dejar de probar los famosos gazpachos, que añaden un toque único a la experiencia gastronómica de la ciudad.

A tan solo 34 km de Morelia se despliega el Lago de Cuitzeo, considerado el segundo más extenso de México. A la orilla de sus aguas, se encuentra el encantador Pueblo Mágico de Cuitzeo, donde destaca el imponente ex convento agustino de Santa María Magdalena, que fue el epicentro de la evangelización en la región.

En Cuitzeo, deleita tu paladar con los deliciosos charales y el tradicional mole de guajolote. Además, a lo largo de las riberas del lago, se obtienen fibras vegetales que se utilizan para la elaboración de artesanías como cestos y petates.

En las inmediaciones de este lago se establecieron comunidades indígenas, como evidencian los vestigios arqueológicos hallados a lo largo y ancho de la cuenca del lago, destacando sitios como La Nopalera y Tres Cerritos.

Esta región abarca los municipios de Morelia, Cuitzeo, Huandacareo, Zinapécuaro, Zacapu, Tacámbaro, Charo, Indaparapeo, Álvaro Obregón, Copándaro, Puruándiro, Tarímbaro, Queréndaro y Santa Ana Maya.