El rompope llegó a tierras mexicanas proveniente de España en la Conquista. Es una bebida típica de Michoacán desde la época del virreinato español. Inicialmente solo era preparada en los conventos, pero luego se extendió libremente.
Se prepara con yemas de huevo, azúcar, vainilla, leche, ron o aguardiente, canela y fécula de maíz.